lunes, 28 de enero de 2013

18.- San Antón



San Antón.

El 17 de Enero se celebra la festividad de San Antón. Una tradición que últimamente se está recuperando en muchos pueblos de nuestra provincia.
La víspera, es decir el día anterior, los chiquillos, más como excusa para estar el día fuera de la casa y por la noche por alargar la hora de irse a dormir, son los encargados de recoger tablones, romaniza de la poda de las olivas, leña, muebles viejos, e ir acumulándolos en el lugar que se encenderá la hoguera por la noche, aunque algunos también empiezan varios días antes. Se encienden la hoguera en las plazoletas o en el cruce de calles y al calor se congregan los vecinos para pasar un rato agradable, si el tiempo no lo impide, asar algunos embutidos, degustar un vino, contar anécdotas y cantar, y en la madrugada, para los que no tienen que madrugar para ir al trabajo, llega el aguardiente o el chocolate con churros. Los más atrevidos saltan la hoguera cuando ya ha menguado algo o el vino ha calentado un poco el ánimo.
Con esta hoguera se quiere pedir al santo que libre de epidemias y enfermedades a los animales, ya que es su santo protector. De hecho a San Antón se le representa con un cerdo al lado. Fue un santo, de los primeros siglos del cristianismo, que lo vendió todo para darle el dinero a los pobres
Parece ser que el origen de esta tradición se remonta al año 1.089, cuando una enfermedad asoló el territorio francés. Aparecían unas manchas en la piel de las personas, que parecían quemaduras, luego se ponía negra y finalmente la persona fallecía. Algunas personas que sufrían esta enfermedad se encomendaron a San Antón y sanaron. En agradecimiento fundaron la Orden de San Antón para cuidar a enfermos incurables, y como no tenían dinero suficiente para ir sufragando los gastos, se les ocurrió la idea de recaudar fondos rifando un cerdo. Este cerdo, donado por alguien, era soltado por las calles durante un año y la gente le daba de comer al saber que la causa era para una obra benéfica.
Esta es la razón de que los labradores y ganaderos tomasen como patrón de los animales domésticos a este santo, y se estableció la costumbre de hacer hogueras en la víspera de su festividad.
En nuestro pueblo también existió esta costumbre. El cerdo, mejor dicho, el lechón, era donado por alguna familia que tenía promesa, se incorporaba a una de las piaras de las que había en el pueblo, y cuando por la noche regresaban, este recorría las calles y se metía en alguna casa, donde se le daba de comer y cobijo. Al día siguiente se le incorporaba otra vez a la piara. Y así hasta que llegaba la víspera de San Antón.
Dicen que hasta San Antón pascuas son, y que hubo seis cosas en la boda de Antón: cerdo, cochino, puerco, marrano, guarro y lechón.

Antonio Ceacero Hernández


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